martes, 20 de febrero de 2018

¿Qué diferencia hay entre el mal de Alzheimer y el envejecimiento y cómo prevenirlo? Por Guru



El mal de Alzheimer es una enfermedad degenerativa que genera un declive progresivo de las facultades cognitivas y de la memoria. Poco a poco, se produce la destrucción de las células nerviosas en las regiones del cerebro ligadas a la memoria y al lenguaje. Con el tiempo, la persona afectada de Alzheimer tiene cada vez más dificultad en memorizar los hechos, reconocer los objetos y las caras, recordar el significado de las palabras y actuar con juicio.

En general, los síntomas aparecen después de los 65 años y las posibilidades de desarrollarlo aumentan conforme se va incrementando la edad. Sin embargo, contrariamente a la idea que se sostuvo durante mucho tiempo, la enfermedad de Alzheimer no es una consecuencia normal del envejecimiento.

Esta enfermedad es la forma de demencia más común en las personas de edad y representa aproximadamente el 65% de los casos de demencia. El término demencia engloba de manera muy general los problemas de salud marcados por una disminución irreversible de las facultades mentales.

El mal de Alzheimer se distingue de otras demencias por el hecho de que evoluciona gradualmente y afecta sobre todo la memoria a corto plazo, en sus comienzos. Sin embargo, el diagnóstico no siempre se hace evidente y puede ser difícil para los médicos diferenciar el mal de Alzheimer de una demencia.

¿Qué diferencia hay entre mal de Alzheimer y envejecimiento?

Según Judes Poirier, investigador del Instituto universitario de salud mental Douglas, el mal de Alzheimer puede ser visto como una forma muy acelerada del envejecimiento. En teoría, si viviéramos hasta los 150 o 160 años es casi seguro que todos desarrolláramos mal de Alzheimer. Según este investigador, para que el Alzheimer aparezca después de los 60 años, debe haber una predisposición a la enfermedad por herencia, hábitos de vida, etcétera.


Demencia.

La demencia es un término general que se refiere a una pérdida de actitudes mentales bastante graves que intervienen en la vida cotidiana. La pérdida de la memoria es un ejemplo.

Pero cuidado, muchas personas presentan trastornos en la memoria y no significa que estén entrando en una demencia o que padezcan mal de Alzheimer.

Conozcamos al mismo tiempo los síntomas del mal de Alzheimer y establezcamos una relación con el envejecimiento.

1) Pérdidas de memoria que afectan la vida cotidiana:

Uno de los signos más habituales de la enfermedad de Alzheimer es la pérdida de memoria, en especial el hecho de olvidar informaciones adquiridas recientemente. También puede tratarse del olvido de fechas o de acontecimientos importantes, o preguntar la misma información varias veces, o tener necesidad de recurrir con mayor frecuencia a notas, alarmas y otro tipo de ayuda memoria; para recordar cosas que habitualmente se recordaban sin ningún tipo de ayuda.

¿Cuáles es el indicador normal de envejecimiento?

Olvidar a veces nombres o citas, pero recordarlas más tarde.

2) Dificultad para planificar o resolver problemas:

Algunas personas perciben cambios en su capacidad para elaborar y respetar un plan establecido o utilizar los números. Pueden encontrar dificultad en seguir una receta que les era familiar o administrar los gastos mensuales. Puede tener dificultad en concentrarse y les lleva mucho más tiempo realizar algunas tareas que le eran habituales.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Cometer errores ocasionales en la administración sus cuentas.

3) Dificultad para ejecutar tareas domésticas habituales, laborales o de pasatiempos:

Las personas afectadas de mal de Alzheimer a menudo tienen dificultad en ejecutar tareas cotidianas. Algunas veces, no logran conducir hasta un determinado lugar que conocen bien, hacer su trabajo habitual o recordar las reglas de su juego favorito.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Tener a veces necesidad de ayuda para utilizar el microondas o grabar un programa de televisión.

4) Confundir el tiempo:

Las personas afectadas de mal de Alzheimer pueden perder noción de las fechas, las estaciones y del tiempo que pasa. Presentan dificultad en comprender algo si no se produce inmediatamente. A menudo olvidan donde se encuentran y cómo llegaron hasta allí.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Sentirse confundido sobre qué día de la semana es, pero recordar lo luego.

5) Dificultad en comprender imágenes y relaciones espaciales:

Para algunas personas, tener problemas en la vista puede ser un síntoma de mal de Alzheimer. Tienen dificultades para leer, evaluar las distancias y determinar los colores y los contrastes.

En términos de percepción, pueden pasar frente a un espejo y pensar que alguien más se encuentra en la habitación, o incluso no reconocerse al mirarse.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Tener problemas en la vista ligados, por ejemplo, cataratas.

6) Problemas de expresión oral y escrita:

Las personas afectadas del mal de Alzheimer pueden encontrar dificultad en seguir y mantener una conversación. Es posible que se detengan en medio de una conversación por no tener idea de cómo continuar o bien pueden repetir algo que ya dijeron.

Encuentran dificultad en el vocabulario, no encuentran la palabra exacta o llaman a las cosas por otro nombre.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Tener a veces dificultad en encontrar la palabra exacta.

7) Pérdida de objetos o dificultad para reconstruir un proceso:

Las personas afectadas de mal de Alzheimer, pueden guardar objetos en lugares insólitos. Suelen perder cosas y ser incapaces de volver hacia atrás para encontrarlas. A veces, acusan a otros de haberles robado. Esto suele producirse de manera muy frecuente con el correr del tiempo.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Perder objetos, pero volver sobre sus pasos para encontrarlos.

8) Disminución del discernimiento:

Las personas afectadas de Alzheimer pueden notar cambios en su juicio y la toma de decisiones. Por ejemplo, pueden disminuir la capacidad para juzgar su relación con el dinero y dar sumas astronómicas sin tener plena conciencia de los valores.

A menudo le dan menos importancia al aseo y la higiene personal.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Tomar malas decisiones cada tanto.

9) Distancia del trabajo y de las relaciones sociales:

Otro síntoma relacionado con el Alzheimer tiene que ver con comenzar a alejarse de los pasatiempos habituales, relaciones sociales, deportivas o proyectos de trabajo. Tienen dificultad en recordar en qué situación se encuentra su equipo deportivo preferido o en recordar cómo practicar su pasatiempo favorito.

Al mismo tiempo, comienzan a evitar todo tipo de contacto social en razón de entender los cambios que están sufriendo.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Sentirse en ocasiones cansado de cumplir con compromisos profesionales, familiares o sociales.

10) Cambios de humor y de personalidad:

El estado de ánimo y la personalidad de las personas afectadas de mal de Alzheimer puede cambiar. A menudo se perciben confundidas, desconfiadas, deprimidas, con miedos o ansiosas.

Es habitual que se sientan conmocionadas en sus casas, el trabajo, en casa de amigos o fuera de los lugares que se suponen son su zona de confort.

¿Cuál es el indicador normal de envejecimiento?

Adquirir una rutina para realizar actividades y volverse irritables si esta rutina se interrumpe.

Los 7 estados de la enfermedad de Alzheimer.

El mal de Alzheimer se agrava con el transcurso del tiempo. Los expertos definieron 7 “estados” con el fin de describir la evolución de las capacidades de una persona afectada del mal de Alzheimer hasta un estado avanzado.

Estado 1: Ninguna deficiencia.

La persona no presenta ningún trastorno de memoria y ningún síntoma de demencia es percibido por el médico tratante.

Estado 2: Ligero déficit cognitivo.

Este leve déficit cognitivo puede estar ligado a la edad o ser los primeros síntomas de Alzheimer. La persona tiene la sensación de pérdidas de memoria, olvidos de palabras habituales o el lugar donde se encuentran ciertos objetos de la vida cotidiana. Sin embargo, no se notan síntomas de demencia en exámenes médicos ni por parte de amigos, familia o compañeros de trabajo.

Estado 3: Déficit cognitivo atenuado.

Los amigos, la familia y los compañeros de trabajo comienzan a notar ciertos trastornos. Al momento de los exámenes médicos profundos, los profesionales de la salud son capaces de detectar trastornos de la memoria o de la concentración. Las dificultades en esta etapa están relacionadas con:

- Dificultades manifiestas a la hora de encontrar la palabra exacta o el nombre de alguien.

- Tener dificultades en recordar el nombre de una persona que se vio o se conoció recientemente.

- Tener dificultad manifiesta en realizar tareas en un contexto social o profesional.

- Olvidar algo inmediatamente después de haberlo leído.

- Perder o guardar en un lugar equivocado algo de valor.

- Tener dificultades en planificar u organizar.

Estado 4: Déficit cognitivo moderado.

En este estado, el examen médico permite normalmente establecer síntomas evidentes de la enfermedad en varios aspectos:

- Olvido de eventos recientes.

- Alteración de la capacidad para resolver algunos mentales, especialmente restando de 7 en 7 a partir de 100.

- Dificultades acrecentadas al momento de ejecutar tareas complejas, tales como la preparación de una cena para invitados, el pago de facturas o la administración de las cuentas.

- Olvido de su propio pasado.

- Cambios de humor especialmente en situaciones socialmente o mentalmente agotadoras.

Estado 5: Déficit cognitivo moderadamente severo.

Se perciben trastornos de la memoria y del razonamiento y las personas tienen a partir de este momento necesidad de ayuda para las distintas actividades cotidianas. En esta etapa, las personas afectadas de mal de Alzheimer presentan las siguientes características:

- No son capaces de recordar su propia dirección, un número de teléfono o la escuela a la que asistieron.

- Se desorientan en tiempo y espacio.

- Tienen problemas en resolver operaciones matemáticas simples, como efectuar restas de 4 en 4 partir de 40 o de 2 en 2 a partir de 20.

- Necesitan ayuda para elegir la ropa que se adapta a la estación o a una ocasión en particular.

- Tienen dificultad en recordar acontecimientos importantes de sus vidas o de su familia.

- Tienen dificultad para conducirse de manera autónoma para comer o ir al baño.

Estado 6: Déficit cognitivo severo.

Los trastornos de la memoria se agravan, se modifica la personalidad y las personas necesitan ayuda importante para sus actividades cotidianas. En este estado podemos percibir:

- No recuerdan acontecimientos recientes de su vida o de su entorno.

- Recuerdan su propio nombre, pero no su pasado.

- Logran hacer la diferencia entre un rostro familiar o uno desconocido, pero pueden olvidar el nombre de su cónyuge o de las personas que lo cuidan.

- Pueden necesitar ayuda para vestirse de manera adecuada, ya que sin supervisión pueden cometer errores como ponerse el piyama por sobre la ropa o colocarse los zapatos al revés.

- Presentan trastornos importantes a nivel del ritmo del sueño, como por ejemplo, dormir de día y estar muy activos de noche.

- Pueden necesitar ayuda para ciertas acciones que tienen que ver con el control de esfínteres.

- Pueden presentar incontinencia urinaria.

- Sufren de modificaciones importantes de la personalidad o del comportamiento, especialmente episodios de desconfianza, alucinaciones, como por ejemplo, creer que los miembros del personal que lo cuida son impostores; o presentar trastornos obsesivos compulsivos como torcerse los dedos o desgarrar papel.

- Tienen tendencia a deambular o a perderse.

Estado 7: Déficit cognitivo muy severo.

En el transcurso de esta fase terminal de la enfermedad, la persona ya no es capaz de interactuar con su entorno, mantener una conversación ni controlar sus gestos, pero puede pronunciar palabras o frases.

En este estado, la persona afectada requiere de una ayuda importante para sus actividades cotidianas como comer o ir al baño. Tal vez ya no sea capaz de sonreír o de mantenerse sentado o de levantar la cabeza. Sus reflejos se vuelven anormales, sus músculos se contraen y comienza a tener problemas para deglutir.

El cuidado de una persona con mal de Alzheimer requiere de ayuda profesional y no siempre la familia puede hacerse cargo de esta situación que es sumamente traumatizante para el entorno.

Es importante tomar conciencia de que el grupo familiar, en una determinada instancia de la enfermedad, ya es poco lo que puede hacer por la persona enferma de Alzheimer.

Comparte esta información tan importante que todos debemos conocer.


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