lunes, 17 de julio de 2017

Cambiando y ajustando a voluntad la percepción del paso del tiempo. Por David Topí.



Hemos visto en estos días muchas cosas, que, para algunos, ya eran conocidas y solo han servido como recordatorio de la situación en la que estamos, y, para otros, han supuesto un verdadero shock al tratar de asimilar que quizás, solo quizás, todo lo que se ha ido explicando de la situación tan compleja por la que estamos atravesando tiene una base real, y que, a veces, cuando se atraviesan momentos críticos en diferentes puntos de las octavas que están en marcha, es necesario incrementar la información y los choques conscientes, para que podamos dar pequeños saltos hacia adelante en la octava personal de cada uno.

Ahora mismo, afortunadamente, nuestro inconsciente colectivo, nuestro campo mórfico y mente grupal sigue protegido, al menos lo suficiente como para que no se pueda usar con fines no alineados con el bien mayor de todos nosotros como especie. Esto implica, por otro lado, que los ritmos de avance hacia la consecución de una masa crítica disminuyen y se desaceleran un poco, pero es una contrapartida menor y aceptable respecto a lo que pudiera suceder de no tener esta protección. El “tiempo” perdido se recuperará en breve.

Modificando la percepción del tiempo

Y de tiempo, precisamente, vamos a hablar hoy, pues es bien sabido que todo el mundo tiene la percepción de que el día se le escapa sin saber que hacer para terminar las mil cosas que uno tiene en marcha, y que ya no caben en el computo del reloj que nos hace pasar los meses a una velocidad imparable. En algunos casos, esto nos lleva a estresarnos, ya que no hay manera de que terminemos y hagamos que quepan las obligaciones y tareas que tenemos impuestas y programadas.
El porqué el tiempo se acelera, la percepción del mismo, es algo complicado de explicar. 

Tiene que ver con el aumento de la frecuencia de resonancia del planeta, y con los movimientos de nuestra tercera dimensión dentro de la dimensión o dimensiones superiores. En todo caso, voy a intentar explicaros como modificar nuestra programación para que sintamos y notemos que el tiempo vuelve a disminuir su velocidad, ya que tenemos un margen en el cual podemos intervenir. Estas modificaciones las tendrá que hacer nuestro ser o Yo Superior, y volveremos a desacelerar la percepción psicológica del mismo (el reloj seguirá yendo a la misma velocidad, el día tendrá 24 horas de reloj, pero al cambiar la manera en la que la mente lo percibe, sentiremos que va más lento y, a no ser que estemos adictos a mirar el reloj cada 10 segundos para ver que hora es, volveremos a sentir que la cosas recuperan su velocidad normal).

Trabajando con la esfera consciente continuo

Bien, ¿cómo se hace esto? El ser humano tiene su mente formada por varias esferas mentales, esto ya lo hemos explicado al detalle en esta conferencia que tenéis aquí, y una de esas esferas mentales, uno de los niveles de nuestra psique, es la llamada esfera consciente-continuo. La función de este nivel de la mente, entre otros, es facilitar la gestión de la realidad a la mente consciente y racional, ocupándose de detalles que esta no puede incluir, por sus limitaciones, en sus procesos normales, así, por ejemplo, la percepción del tiempo, que es algo que se “nota” en lo físico, no es gestionado por la mente consciente sino por la esfera mental consciente continuo.

Posiblemente habrás notado que cuando estás haciendo algo que te interesa y te gusta, las horas pasan volando, y todos habéis notado que, a veces, un minuto se hace eterno. El componente psicológico que nos proporciona estas sensaciones es un programa imbuido en esta esfera CC. Para dominar estos procesos de forma consciente, y movernos en el tiempo más rápido, es decir, que pasen las horas de reloj sin darnos cuenta, es necesario mover nuestra consciencia a través de los procesos automáticos de esa parte de nuestra mente, y poner en marcha otros mecanismos de la esfera consciente continuo para que nuestra percepción del tiempo se ajuste a la velocidad que deseamos percibir, dentro del margen que las frecuencias y velocidades del planeta nos permiten, pues no podemos estirarlo más allá de un limite superior, ni ralentizarlo más allá de un limite inferior, que va entre la percepción de que el día dura unas 17 horas como límite inferior, hasta unas 29 horas como límite superior. Entre esas percepciones, si que podemos “jugar”.

Cambiar la velocidad de procesamiento de los fotogramas “temporales”

Entonces, si deseamos percibir el tiempo pasando más rápido y que las cosas lleguen antes, como cuando tengas algo que hacer y no puedas “esperar” a que llegue el momento de hacerlo a velocidad normal, puedes modificar los componentes de la esfera CC para acelerar esa percepción de la realidad a una velocidad más elevada, como procesar más fotogramas por segundo, así tu mente consciente solo verá que ya es la hora de irte, y no se habrá enterado de que ha hecho en las dos horas que aún faltaban.

Pero si quieres retrasar la llegada de algo para que te dé más “tiempo” a ejecutar más acciones en menos tics de reloj, lo contrario también es posible, haciendo que tu esfera CC procese menos fotogramas por segundo, o menos clics de reloj por segundo. Esto hará que percibas que, en solo media hora, te ha dado tiempo a hacer cosas que antes hacías en una hora o en dos, dependiendo de la habilidad de manipular esta esfera.

Para ello, existe dentro de la esfera CC un programa o un componente que es el que adapta la energía que proviene de esta cuarta dimensión, nuestro tiempo, al movimiento de la tercera, pues nuestra percepción del tiempo no es más que el movimiento de nuestro sistema de realidad en una dimensión superior, como si la “caja 3D” en la que estamos se estuviera desplazando, que de hecho así es,  dentro de la “caja” que representa la cuarta dimensión, que es lo que nos da un marco de referencia a la hora de poder navegar por el tiempo 3D que usamos como referencia.

Entonces, esto se puede hacer de dos formas, o lo hace uno por uno mismo, modificando y trabajando sobre su esfera CC, lo cual es complicado para la mayoría pues no se tiene conocimiento de como hacerlo, o pedimos a partes de nosotros mismos, nuestro ser, nuestro YS, que lo haga.
 La manera más sencilla es una simple petición, tipo “solicito que se ajuste la velocidad de procesamiento del tiempo en mi esfera consciente continuo a la velocidad mínima posible” (por ejemplo, para que los días se estiren y duren más, de nuevo, psicológicamente hablando) o lo contrario, que se ajuste a la velocidad máxima posible, para que duren menos, y pasen las horas volando sin darnos cuenta. Tened en cuenta que uno tiene que ser consciente de esa parte, de nuestro ser o YS, para ello, no es una petición al aire, no es una petición “por probar”, es una solicitud consciente y focalizada a una parte del ser humano para que se ejecute un cambio en nuestra programación, que no esté en contra de nuestro libre albedrío, y que no represente ningún contratiempo o tenga ninguna repercusión negativa, que no las hay).

A partir de aquí es cuestión de observar y ver como cambia nuestra percepción, y como nos da tiempo a hacer muchas más cosas en menos tics de reloj. Para una persona cuyo programa de gestión del tiempo esté ajustado a la velocidad mínima, es decir, que la percepción de su día dure unas 28-29 horas, el resto de personas que estén regidas por la percepción actual de unas 17-19 horas la notarían como si fuera un poquito a cámara rápida, para que me entendáis, ya que el tiempo de quien lleva el reloj interno ajustado a 29 horas diarias tiene que caber en 24 horas de reloj que es el estándar para todos.

Por el contrario, quien tiene su tiempo psicológico ajustado a 19 horas, la mayoría, parecería que se mueve más lento, ya que sus 19 horas psicológicas tienen que estirarse para acoplarse a las 24h de reloj. Aunque suene complicado, y si uno no se obsesiona con controlar el paso de los minutos, porque entonces te vuelves a sincronizar con el tiempo real de reloj y la frecuencia del planeta actual, en uno o dos días, o incluso menos, en unas horas para algunas personas, este alargamiento del día será perceptible y muy útil.

Servidor lo usa regularmente, para acortar momentos tediosos (un largo viaje en avión), o para alargar los días cuando hay mucho trabajo pendiente, y en tres horas de reloj te cabe el trabajo de 6h.
Espero que os sirva como pequeña ayuda para estos momentos en los que estamos yendo tan deprisa, que no da tiempo a procesar las cosas. Hacedlo y en unos días ya veréis la diferencia.

un abrazo,
David Topí


http://davidtopi.com

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