domingo, 11 de junio de 2017

ENSEÑANZAS DE THICH NHAT HANAH.


(cuatro pildoritas para tomar en ayunas,no contiene contraindicaciones y potencia su sistema inmunológico)

ALIMENTANDO  LA  PAZ  O  LA   IRA     
                                                                                                                  
(pildorita uno)
                                                                                                                                                                   Me comprometo a consumir únicamente productos que mantengan la paz, el bienestar y la alegría en mi cuerpo, en mi conciencia, en el cuerpo colectivo y en la conciencia de mi familia y de la sociedad. 
Estoy decidido a no consumir alcohol ni ninguna otra sustancia intoxicante, y a no ingerir alimentos u otros productos que contengan toxinas, como algunos programas de televisión, revistas, libros, películas y
conversaciones...

Si deseas ocuparte de tu ira, tu frustración y tu desesperanza,
debes plantearte vivir de acuerdo con este ejercicio de
concienciación. Si bebes alcohol siendo consciente de ello, verás
que este hábito produce sufrimiento. La ingestión de alcohol
causa enfermedades en el cuerpo y en la mente, y muertes en
la carretera. La fabricación del alcohol también conlleva
sufrimiento. El uso de los cereales que se emplean para
producirlo está relacionado con la falta de alimentos en el
mundo. 
Comer y beber con plena conciencia puede darnos esta
liberadora percepción.
Comenta con los seres queridos, con los miembros de tu
familia, aunque los hijos sean aún pequeños, la estrategia que
podéis seguir para consumir de manera consciente. Los niños lo
entenderán, así que deben participar en esta conversación.
Juntos podéis decidir qué es lo que comeréis y beberéis, qué
programas de la, televisión veréis, qué leeréis y qué tipo de
conversaciones mantendréis.      

      Esta estrategia es para protegeros.                                                                                 

ABRAZA TU IRA CON EL SOL DEL SER CONSCIENTE
(pildorita dos)

Sonreír permite que la energía de ser consciente nazca en ti
Y  te ayuda a abrazar la ira que sientes.

Antaño los sirvientes de los reyes las reinas debían llevar
siempre un espejito, porque cuando alguien se presentaba ante
los monarcas, debía tener un aspecto impecable. Así que, por
razones de etiqueta, la gente llevaba siempre una bolsa con un
espejito dentro. Intenta hacerlo. Lleva un espejo contigo y
mírate en él para ver en qué estado estás. Después de haber
inspirado espirado varias veces de haberte sonreído a ti
mismo, la tensión habrá desaparecido te sentirás mejor.


La ira es como un bebé que berrea, sufre y, llora. El bebé
necesita que su madre lo abrace. Tú eres la madre del bebé, de
la ira que surge en ti. En el momento que empieces a practicar
el inspirar espirar de manera consciente, tendrás la energía de
una madre podrás acunar abrazar a tu bebé. Limítate a
abrazar la ira que sientes, inspirando espirando; no necesitas
hacer nada más. Y el bebé se sentirá mejor en el acto.
Todas las plantas se alimentan del sol. Todas son sensibles a
él. Cualquier vegetación que sea abrazada por el sol
experimentará una transformación.

De madrugada las flores aún no se han abierto, pero cuando
al amanecer sale el sol, las abraza e intenta penetrar en ellas.
La luz del sol está formada por partículas diminutas, por
fotones. Los fotones van penetrando poco a poco en la flor uno
tras otro hasta llenarla de ellos. En ese momento la flor no
puede resistir más y ha de abrirse a la luz del sol.
Del mismo modo, todas las formaciones tanto mentales
como fisiológicas que hay en nosotros son sensibles a la energía
de ser conscientes. Si la plena conciencia está ahí, abrazando tu
cuerpo, éste se transformará. Si la plena conciencia está ahí,
abrazando tu ira o tu desesperanza, éstas también se
transformarán. Según el Buda y según nuestra experiencia,
cualquier cosa que sea abrazada por la energía de la plena
conciencia experimentará una transformación.
La ira que hay en ti es corno una flor. Al principio quizá no
comprendas su naturaleza, o por qué ha surgido. Pero si sabes
abrazarla con la energía de ser consciente, empezará a abrirse.
Para generar la energía de la plena conciencia y abrazar la ira
que sientes puedes permanecer sentado, siguiendo tu
respiración, o practicar la meditación caminando. Al cabo de
diez o veinte minutos tu ira se habrá abierto ante ti y verás de
pronto su verdadera naturaleza. Quizá haya surgido a causa de
alguna percepción errónea o por falta de habilidad.
Puedes transformar la basura de tu ira en la flor de la compasión.
Muchos de nosotros podemos hacerla en tan sólo quince
minutos. El secreto radica en seguir practicando el respirar de
manera consciente, el andar de manera consciente, y generar la
energía de ser consciente para abrazar tu ira.
Abrázala con mucha ternura. La ira no es tu enemiga,
sino tu bebé.


DESCUBRE LA VERDADERA NATURALEZA DE TU IRA.
(pildorita tres)

Muchos de nosotros podemos hacerla en tan sólo quince
minutos. El secreto radica en seguir practicando el respirar de
manera consciente, el andar de manera consciente, y generar la
energía de ser consciente para abrazar tu ira.
Abrázala con mucha ternura. La ira no es tu enemiga,
sino tu bebé.
¿Por qué te enojas tú con tanta facilidad? Quizá te ocurre
porque la semilla de la ira que hay en ti es demasiado fuerte. Y
como no has practicado los métodos para cuidar de tu ira, en el
pasado la semilla de la ira se ha regado con demasiada
frecuencia.
Todos tenemos una semilla de la ira en el fondo de nuestra
conciencia. Pero en algunos de nosotros, esa semilla es más
grande que otras semillas, como las del amor o la compasión.
La semilla de la ira puede ser más grande porque en el pasado
no hemos practicado. Cuando empezamos a cultivar la energía
de ser conscientes, la primera percepción que tenemos es que la
principal causa de nuestro sufrimiento, de nuestra desdicha, no
es otra persona, sino la semilla de la ira que hay en nosotros, y
dejamos entonces de culpar a los demás de nuestro sufrimiento.


 AYUDAR EN VEZ DE CASTIGAR.
(pildorita cuatro)


Cuando alguien no sabe cómo manejar su propio sufrimiento,
deja que se extienda a la gente de su alrededor. Cuando
tú sufres, haces sufrir a la gente que te rodea. Es algo muy
natural. Por eso hemos de aprender a manejar nuestro sufrimiento,
para que no lo vayamos repartiendo por ahí.
Cuando eres el cabeza de familia, por ejemplo, sabes que el
bienestar de los miembros de tu familia es muy importante.
Como tienes compasión, no dejas que tu sufrimiento haga daño
a los que te rodean. Practicas el aprender a manejar tu
sufrimiento porque sabes que no es una cuestión individual, y
que tu felicidad tampoco lo es.
Cuando alguien está enojado y no sabe cómo manejar su ira,
se siente impotente, sufre. Y también hace sufrir a los que le
rodean. Al principio sientes que la persona que te enoja se
merece un castigo. Deseas castigarla porque te ha hecho sufrir.


Pero después de diez o quince minutos de meditar
caminando y de observar de manera consciente, descubres que
en vez de castigo lo que necesita es ayuda. Y ésa es una buena
percepción.
Esa persona puede ser muy cercana a ti, quizá tu esposa o
tu marido. Si tú no la ayudas, ¿quién va a hacerlo?
Como sabes abrazar tu ira, ahora te sientes mucho mejor,
pero ves que la otra persona sigue sufriendo. Esta percepción te
mueve a acercarte a ella de nuevo. Nadie más puede ayudarla,
excepto tú. Ahora sientes un gran deseo de volver y ayudarla.
Es una actitud totalmente distinta a la que antes tenías, ya no
deseas castigarla. Tú ira se ha transformado en compasión.
La práctica de ser consciente conduce a la concentración y a
la percepción interior. La percepción es el fruto de la práctica, y
puede ayudarnos a perdonar y a amar a los demás. Practicar
durante quince minutos o media hora el ser consciente, el
concentrarte y el observar las percepciones interiores puede
liberarte de tu ira y convertirte en una persona afectuosa. Ésa

es la fuerza del Dharma, el milagro del Dharma.    

  http://nodejardeleer.blogspot.com.ar/                         


2 comentarios:

  1. Gracias hermosa amiga. Dios te bendiga, los he compartido con el temor de haber algo mal.

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