domingo, 7 de mayo de 2017

Miedos y creencias limitantes.


Desde muy temprana edad, a partir de los comentarios de los adultos de quienes dependía nuestra seguridad, hemos aprendido centenares de creencias acerca de nosotros mismos, algunas buenas y otras, muchas otras, limitantes. Todas esas creencias han conformado nuestra identidad actual y están basadas en las expectativas de  lo que los demás esperaban de uno, todo aquello que se suponía que debíamos ser y hacer.  Parte de esta imagen son aquellas creencias acerca de nuestros límites (lo que podemos lograr o no)  y de las carencias (aquellas capacidades que, supuestamente, no tenemos).
Durante años, le hemos dado a esas creencias todo el poder pues ellas,  tienen una apariencia muy sólida y veraz, que nos disuade de cuestionarlas, ponerlas a prueba,  comprobarlas o no  y, en su caso, desecharlas.
Creencias limitantes
Son especialmente limitantes las que se arraigan en miedos e imágenes de incapacidad o ineptitud. Puede que las mantengamos ocultas, bajo la superficie de nuestra conciencia, pero tienen gran poder y entorpecen nuestras posibilidades de desarrollo y mejora.
El significado que dimos a ciertos acontecimientos y las conclusiones que dedujimos a partir de ciertas experiencias, las comparaciones que otros o nosotros mismos hicimos, se han convertido en los filtros a través de los que interpretamos aún hoy la realidad. Y puede ser que haya llegado la hora de cambiar de lentes.
En nuestro entorno laboral, las creencias influyen más de lo que pensamos. Ya hemos visto cómo las que se refieren a los demás, sean colegas, jefes o colaboradores. Pero no son las únicas: las que tienes acerca de ti mismo puede que también necesiten ser revisadas. Es necesario  tomar cierta distancia  de ellas y atreverse a cuestionarlas de la siguiente manera:
  • cuestionarse_todas_las_cosas_dudar_de_las_propias_ideas¿Desde cuándo existen?

  • ¿Fueron nuestros padres, maestros o algunas otras personas importantes de nuestra vida los que nos las inculcaron?

  • ¿En qué situación fueron o son ciertas y cuando son falsas?

  • ¿Lo he intentado alguna vez separarme de ellas y actuar desde una creencia diferente?

  • ¿Cuánto he madurado desde entonces?

  • ¿Estoy dispuesto a arriesgarme y a deshacerme de las que no me sean útiles para adquirir nuevas creencias más útiles en este momento de mi vida?

Respondiendo estas preguntas podemos actualizar nuestra propia autoimagen  y darnos cuenta también de cómo nos influyen y limitan ciertas creencias que toda la vida hemos tomado como verdaderas. Puede ser que descubramos que, aunque hubo un tiempo en el que tenían sentido y nos fueron útiles, ahora ya no tienen razón de ser y ha llegado el momento de soltarlas.

 Los muros del miedo

muros_miedoTodas las creencias limitantes surgen del miedo. El miedo es la argamasa que une las piedras de los muros que fabricamos, de forma inconsciente muchas veces, y que restan horizonte a nuestra vida y a nuestras posibilidades. El miedo es un maestro del disfraz, y puede presentarse con máscaras muy diferentes que nos despistan.
Quizás puedas reconocer cómo en tu caso elije algunas especiales. Cuando las detectes, podrás verlo venir, reconocerlo y, aún concediéndole un espacio para su actuación, retomar el poder de ser quién eres sin cedérselo a él.

El miedo al fracaso:

puede paralizarnos incluso antes de intentar lo que sea. Ni siquiera lo intentamos porque de antemano pensamos que estamos abocados al fracaso. Magnificamos los primeros obstáculos para confirmarlo, nos desmotivamos y abandonamos.

El miedo al éxito:

conseguir algo puede implicar mayor responsabilidad, y la inseguridad y el temor de no ser capaz de afrontarla hacen que evitemos triunfar.

El miedo a ser diferente:

intentamos no sobresalir ni despuntar en el grupo al que pertenecemos, optando por ser iguales que los demás y evitando así un posible rechazo o un trato distinto.

El miedo al cambio:

en nuestra zona de confort nos sentimos protegidos y seguros. Cuando salimos de ella aparecen las inquietudes y el temor ante lo desconocido. Sin embargo, la oportunidad de cambio y evolución siempre se encuentra fuera de esta zona: es preciso cruzarla para crecer y mejorar.
Para avanzar y eliminar muros limitantes necesitamos revisar nuestras creencias y reencuadrarlas. Siempre vamos a tener creencias, es inevitable, pero podemos darles el mando de nuestra vida y dejar que la gobiernen o, simplemente, considerarlas como lo que son: creencias, no la realidad. En este caso, reencuadrar nuestros miedos y considerarlos como retos puede ser una buena estrategia.”
lo-importante-es-no-dejar-de-cuestionar-la-curiosidad-tiene-su-propia-razon-de-existir-albert-einstein
 Fuente: Apuntes especialidad Mindfulness.
Escuela Española de Desarrollo Transpersonal.
https://gestaltsinfronteras.com/

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