sábado, 11 de febrero de 2017

SALUD Y EMOCIONES


Es importante pensar qué está sucediendo a nivel emocional cada vez que padecemos de problemas de salud que se repiten, o que no se curan o que aparecen de manera súbita.

 Dolor de garganta: puede manifestar la necesidad de querer decir o pedir algo y no poder hacerlo ya sea por sentirse censurado o por miedo a la reacción de los otros.

Dolor de estómago: el enojo, la rabia acumulada, las emociones negativas contenidas; todo esto genera dolor en el estómago y ardor. Una sensación de haberse “comido” un hecho que consideramos injusto o indignante y que emocionalmente se traduce en un malestar.

Dolor de cabeza: el no poder tomar una decisión o el hecho de tener una decisión tomada y no poder concretarla genera una especie de batalla con uno mismo. No claudiquemos ante el deseo ajeno y seamos fieles a nosotros mismos. Una vez que la decisión está tomada pon en práctica lo que deseas hacer simplemente cuidando de no dañar a otros pero siendo respetuosos de nuestros deseos.

Molestias en los órganos sexuales: Este es un aspecto al que el propio Freud le dedicaba mucha atención, ya que las situaciones negativas en relación a las relaciones de pareja pueden manifestarse a través de infecciones o enfermedades de los órganos sexuales. Cuando fuimos víctimas de una agresión sexual o de una infidelidad o existen problemas en la pareja, no es de extrañar que el cuerpo exprese en los órganos sexuales su descontento o su malestar.

Dolores de espalda, contracturas: habitualmente le atribuimos estos dolores a las malas posturas o a haber dormido en una mala posición pero también puede considerarse un reclamo de parte del cuerpo como resultado de emociones contenidas, de tensiones acumuladas y de problemas a los que no podemos enfrentarnos. Dar batalla para liberarnos “de este peso en la espalda”, es siempre el mejor camino que podemos elegir.

Falta de deseo sexual: cuando se han descartado cualquier tipo de motivo orgánico, es el momento de inclinarnos por lo emocional. La falta de comunicación, la violencia, las agresiones, los malos tratos son todos motivos que pueden afectar la libido de las personas. Es uno de los motivos por los cuales las parejas realizan más consultas y descubren que sus problemas radican en no hablar con sinceridad, con miedos ocultos, con errores que no fueron perdonados y que actúan como un bloqueo para vivir una sexualidad plena.

Como podemos ver, nuestro cuerpo “habla” y manifiesta de una manera u otra su descontento o su insatisfacción. Guardar las cosas que queremos decir o no manifestar situaciones dolorosas hace que el organismo se resienta y que en algún momento ya no pueda seguir acumulando hechos traumáticos y negativos y entonces surjan los problemas orgánicos manifestados en dolores, infecciones y enfermedades.

Cada vez más teorías indican que el estrés, y las afecciones emocionales junto con la incapacidad de hablar y de sacar de adentro todo eso que quisimos y debimos decir pero no pudimos o no nos atrevimos, son los responsables de enfermedades como el cáncer u otras de tipo degenerativas.




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