miércoles, 19 de octubre de 2016

Cuáles son las fases del amor sano y del amor tóxico.


En artículos anteriores ya se ha visto qué son las relaciones tóxicas, el transtorno obsesivo, etc. Y en esta ocasión, vamos a compartir con vosotros un pequeño artículo donde se explica la diferencia de lo que sería un amor sano y un amor obsesivo.
El análisis se realizará teniendo en cuenta la descripción realizada por la antropóloga Helen Fishery el Dr. John Moore para cada uno de esos amores:
Amor Sano
Amor Sano por Helen Fisher, donde se pueden diferenciar claramente tres fases:
Fase de atracción

Se produce cuando conoces a alguien y siente de forma intensa una atracción física, deseo sexual y un deseo de establecer una relación con él/ella, sin tener en cuenta cómo es por dentro y sin razonar si podríais ser compatibles. Es la fase más alocada y está regulada por los estrógenos y andrógenos.
Fase del amor romántico

Se considera la segunda fase, cuando la relación ha cuajado y comienzas a sentir amor por esa persona. La pareja se va conociendo más en profundidad y se va generando un fuerte vínculo emocional, siente el deseo constante de estar con esa persona pudiendo tener un símil con amor obsesivo en cuanto a que no dejas de pensar en esa persona. Se caracteriza por un aumento en los niveles de dopamina y noradrenalina y un descenso de los niveles de serotonina.
Fase del amor verdadero

En esta fase los sentimientos de la pareja se van estabilizando y se van convirtiendo en algo más real. Aparecen cuando se ha establecido un compromiso y el vínculo afectivo es estable entre la pareja. Hay confianza y ya no sientes la necesidad imperiosa de estar cada segundo con tu pareja, es más, demandas tu espacio y eso es sano. Está mediada por las hormonas oxitocina y vasopresina.
Amor obsesivo
Ahora, analizamos las fases de un amor obsesivo, donde el Dr. John Moore distingue cuatro fases:
Fase de atracción

En las relaciones obsesivas, la primera fase es común a la relación sana. Se caracteriza por esa revolución de hormonas, ese sentir de mariposas.
Fase ansiosa

La pareja decide darse la oportunidad de seguir conociéndose más profundamente como pareja, pero debido a su carácter obsesivo, comienzan los sentimientos de ansiedad, los celos, pensamientos de infidelidad y el presentimiento continuo de abandono.
Comienzan las alteraciones emocionales, por un lado el sentimiento de intensa alegría cuando todo va bien, y la ansiedad y celos, cuando percibe que algo va mal, que se ha salido de sus esquemas y le hace salir de su zona de confort, lo que le genera cierto miedo.
La persona obsesionada procura controlar por todos los medios a su pareja y no le agrada que mantenga contacto con otras personas. Llegados a este punto, se corre el riesgo de que se produzca un maltrato psicológico. Dependiendo de los caracteres de las parejas, es posible que se pierda el control propio y se produzcan reacciones violentas debidas a las exageradas demandas obsesivas.
Fase obsesiva

La persona con trastorno obsesivo pierde el control y la obsesión llega a su punto álgido. La “victima” se siente invadida y empieza a alejarse, lo que genera más ansiedad y necesidad de control por parte de la obsesiva.
La persona obsesionada no puede quitarse de la cabeza la otra persona y demanda una atención constante, llamadas frecuentes u otras formas de contacto. Pueden producirse acusaciones gratuitas de infidelidad. Deseo de saber todo lo que hace la otra persona, donde está en cada momento y con quién. Puede llegar a producirse desgaste emocional.
Fase destructiva

En esta fase tiene lugar la ruptura de la relación, y consecuentemente la persona obsesionada se siente deprimida, aprecia pérdida de autoestima, y se le autogeneran sentimientos de culpa, desprecio y odio hacia sí misma por un lado, y sentimientos ira o de venganza por otro.
Podrán recordar qué es una relación tóxica en La relación tóxica de pareja puede acabar contigo ¿te sientes identificado? y podrá leer sobre el trastorno obsesivo en Trastorno obsesivo: querer mucho es malquerer


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