jueves, 1 de septiembre de 2016

ÁNGELES – CLASE 33. Por Alexiis.


21 de diciembre de 2008


EL ÁNGEL DEL TRIUNFO Y DE LA VICTORIA


La función de este Ángel es la de ser nuestro navegante. El Ángel del Triunfo y de la Victoria toma nota de las metas y objetivos que hemos recibido como una visión proveniente de nuestra fuente y nos guía por el camino en el que habremos de encontrar menos resistencia para alcanzarlos, evitando los problemas antes de que aparezcan.

Si bloqueamos sus esfuerzos a través del miedo al fracaso, del sentimiento de la inutilidad de alcanzar nuestras metas, o de la sensación de que es muy poco lo que lograremos en nuestra vida, ese embotellamiento de la energía dará como resultado una personalidad con muy poca ter-nura o compasión, una personalidad que parece ser indiferente y que no se preocupa por los demás. En los estadios más avanzados del bloqueo se convierte en la energía que mueve al matón, al tirano.

En astrología, este arquetipo participa de la energía de Cáncer, la cual representa mucho más, aparte de los varios atributos que generalmente se encuentran asociados con este signo zodiacal, como pueden ser la sensibilidad emocional, la melancolía y los cambios de humor, y la intolerancia. Los Ángeles sólo toman los aspectos superiores de las energías planetarias y el Ángel del Triunfo y de la Victoria toma la persistencia, la audacia, la constancia, la capacidad de solucionar problemas, la poderosa imaginación y la comprensión del mundo de las Causas.

Al irradiar la energía de Cáncer, este Ángel también busca llenar tu conciencia de Luz, iluminándote para que puedas seguir fácilmente l avía que has elegido y para que tu camino no se vea sumido en las tinieblas. La palabra clave de esta energía es tenacidad, para ayudarte a avan-zar hacia tus metas con determinación y resolución.

¿Podría ser éste el día en que asumirías tu verdadera identidad como ese Único Exaltado, el guerrero coronado y victorioso que marcha triunfalmente hacia el cumplimiento de su misión en la Tierra? ¡Sí! Y la belleza de todo esto radica en que puedes ser, simplemente, un testigo de las grandes realizaciones que se han de alcanzar en tu nombre. Examinemos más detenidamente la forma en que trabaja este Ángel, como una extensión de tu gran YO SOY, como el Rey Triunfante, su apoyo para alcanzar la victoria.

"No tendréis que pelear en esta batalla. Apostaos y quedaos quietos, y veréis la salvación del Señor que vendrá sobre vosotros". Estas instrucciones, extraídas del Libro Segundo de las Cró-nicas (20:17), constituyen uno de los mensajes codificados que, una vez descifrados, pueden cambiar tu mundo interior y exterior. Allí se describe dramáticamente lo que sucede cuando tomas la energía de este Ángel: tu, literalmente, ves la victoria antes que esta se produzca en el campo de batalla de la vida.

Piensa por un momento en el último ataque, lleno de tensiones y carente de armonía, que tuviste en tu mente y en tu corazón. Quizás se haya relacionado con la ruptura de una relación, con una intimación para cumplir con una obligación financiera en un momento que no dispones de suficiente dinero, o con algo tan simple como tener mucho que hacer y no tener suficiente tiempo como para hacerlo, problemas, desafíos, anhelos y carencias.

Mientras todas esas cosas no lleguen a existir en la cuarta dimensión, sólo existirán, por cierto, en el plano físico y material de la vida, y pretender que sea de otra manera es ignorar la solución. Cada problema es una forma de pensamiento, un patrón de energía palpitante, una bolsa de materia mental vitalizada que continuará existiendo hasta que sea destruida y disipada, lo cual resulta mucho más fácil de hacer una vez que se ha reconocido su presencia.

Ahora, tómate un momento y escribe tres situaciones de tu vida a los que ahora consideras desafíos. Deja de lado cualquier tipo de orgullo espiritual, sé honesta contigo misma y reconoce que esas situaciones existen y que tu vida puede ser mucho más feliz sin ellas. Si vacilas al hacerlo, pensando que "esto también pasará" o que "lo manejaré a mi manera", esa es tu prerrogativa. Pero, ¿por qué no sacar hoy ese obstáculo del camino y por qué no dejar de esperar para sacarlo en el futuro? Si dices "está por llegarme la abundancia", lo que estás diciendo realmente es que necesitas dinero. Pensar que "esta relación se está curando" significa que aún está llena de confusión. Sentir que "estoy recobrando la salud, quiere decir que aún estás enferma. Ahora es el momento de alcanzar la salvación, y debemos vivir en al ahora debido a que es el único lugar en don-de los problemas y sus soluciones existen de manera simultánea.

Después de que hayas hecho una lista de las principales situaciones problemáticas con las que te enfrentas actualmente, piensa por un momento en las "montañas" positivas que deseas escalar. Me estoy refiriendo a aquellas verdaderas ambiciones y a aquellas metas de tu vida que reflejan la voluntad, la visión y la actividad de tu conciencia divina, aunque parezcan ser sueños imposibles, debido a las batallas que has de enfrentar, en el tiempo, la educación, el dinero, los contactos, y así sucesivamente.

Ahora volvamos a la instrucción original: "No tendréis que pelear en esta batalla. Apostaos y quedaos quietos, y veréis la salvación del Señor que vendrá sobre vosotros". Examina la lista de desafíos y de sueños que acabas de escribir. Para solucionarlos y cumplirlos, puede haber una refriega en el plano tridimensional, pero tú no necesitas pelear esa batalla. ¡No es tu pelea! Entonces, ¿para qué pelear? Sólo tienes que apostarte, que ocupar tu posición. En este contexto posición significa "asumir una actitud en tu conciencia". Se trata de una disposición mental, un punto de vista, una forma de actuar basada en que ya está hecho, todo ha terminado, es decir, que el problema ya ha sido solucionado, que la meta ya ha sido alcanzada en el plano interior. Recuerda, "antes de que me llamen, yo responderé". Para el momento en que tu reorganices tu problema o expreses tu verdadera ambición y la forma de alcanzar el éxito ya habrán sido establecidas en los patrones situados en un nivel más profundo que consciente de tu mente.

¿Cómo hacer que estos patrones puedan manifestarse? Primero, debes ser consciente de que la divina conciencia, el Pensador-Conocedor-Hacedor que mora en tu interior, está, constante y conscientemente, siendo todo lo que ya es o incluso habrá de ser - toda la totalidad, toda la abun-dancia, todo el éxito, todas las relaciones, todo el poder, toda la sabiduría, todo el todo.

Después de que hayas examinado todo lo que está sucediendo en tu mundo, y que se parezca a un problema, vuelve tu atención sobre el atributo específico de tu YO SOY, que representa la solución de ese problema. Contempla intensamente la Totalidad de YO SOY, la Abundancia que YO SOY, el Éxito que YO SOY. Tu "concentra la tensión" en lo que, conscientemente, elige ser "consciente de estar siendo". "Elijo, conscientemente, ser consciente de que soy completo y perfec-to. Elijo, conscientemente, ser consciente de que soy una manifestación individual de la infinita abundancia".

Desde el punto de vista de las metas de tu vida, podrías decir que: "Elijo, conscientemente, ser consciente de que el camino y los medios para satisfacer mis divinas aspiraciones ya han sido grabados en mi conciencia, y de que todo lo que tengo que hacer me será revelado cuando comience a desenvolverse la cadena de la satisfacción y el cumplimiento".

Trabajando desde este punto de tensión - sin estrés pero con una fuerte presión o concen-tración, y manteniendo la mente fija en la cualidad inherente de tu ser y en la confianza en que lograrás cumplir tus objetivos - pronto comenzarás a sentir la energía que se irradia de tu concen-tración. Esa energía es el poder del Ángel del Triunfo y de la Victoria que se irradia desde el Sol ubicado en el Centro de tu Ser, y que aparece como la Energía de los Logros.

Y ahora ya estás "conscientemente consciente" de estar siendo lo que deseas ser. "YO SOY lo que deseo ser". En el proceso de la manifestación, este es el paso del tener, en donde la mente y la naturaleza sensible dejan de experimentar la sensación de "necesitar" para comenzar a vivir con la sensación de "tener".

La siguiente instrucción codificada es la que nos dice quedaos quietos. En las antiguas escuelas de sabiduría, "quedarse quieto" significaba entrar en un estado de serenidad y confianza por miedo de entregarse completamente a la Presencia que mora en nuestro, y de tener fe en la actividad del Espíritu. Para comprender mejor lo que esto significa, imagina que eres un instrumento musical, un clarinete, por ejemplo. Contempla el instrumento como si estuvieras viendo un dibujo animado para niños, como lo que veías los sábados a la mañana, es decir, como albo vivo y animado. Posee una voluntad libre, lo que significa que piensa y que puede actuar - o sea tocar - por sí mismo, de modo que su función en el mundo es la de apretar sus propias llaves, y hacer sonar las notas de su propia escala. Y, mientras tanto, el Maestro de Música está esperando para tocar la más armoniosa melodía que el mundo jamás haya escuchado.

A medida que pasa el tiempo, el pequeño clarinete descubre la metafísica y comienza a decir al Maestro de Música que está en su interior, cuáles son las notas que debe tocar: "Oh, Podero-so Espíritu, toca la nota adecuada para que pueda obtener un automóvil nuevo, para que tenga dinero en el banco y para que pueda conseguir un nuevo trabajo". Al principio, esta nueva forma de tocar puede dar resultados, pero esos resultados no son duraderos. Luego, el pequeño clarinete busca la forma de que su demostración sea "más espiritual", y comienza a aprender de las instrucciones que provienen del Maestro que mora en su interior, y le solicita que le diga cuáles son las notas que debe tocar: "Señor, concédeme la nota para alcanzar la salud y la felicidad y te aseguro que la tocaré en tu nombre".

Y, una vez más, algunos frutos madurarán y caerán del árbol, pero su gusto no será total-mente satisfactorio. Por último, la conciencia del clarinete evolucionará hasta el punto en que declarará: "Me entrego al gran YO SOY QUE SOY. ¡Maestro, toca tus notas a través de mí!"

¿Cómo hace el instrumento la transición desde su intento de tocar por sí mismo hasta el punto en que, finalmente, es utilizado por el Maestro de Música? Por medio de la meditación contemplativa centrada en la Verdad del Ser. Dejamos de lado nuestra sensación de necesidad porque las necesidades están basadas en nuestras experiencias del pasado, y porque el Dios-Yo trabaja en el ahora. No intentamos decir al YO cuáles son las notas que deben tocar para alcanzar nuestra plenitud, debido a que Él ya las conoce. Y no pedimos a la Presencia que nos diga cuáles son las notas que debemos tocar porque, simplemente, no somos buenos Maestros de Música.

Dejamos que la Presencia del Yo ingrese a nuestra conciencia y que toque las notas desde su propio nivel, y la música es tan diferente de la nuestra que quedamos completamente atemorizados. Y, a través de la nueva canción ejecutada por el Maestro, muy bien podemos llegar a encon-trando experimentando cambios asombrosos y positivos en nuestra propia vida tridimensional, una mudanza, una nueva profesión, un modo de vida completamente nuevo, debido a que el Maes-tro tocará su propio tono de cumplimiento superior y porque lo tocará en nosotros, a través de nosotros y siendo nosotros.

A través de este "estarnos quietos" se alcanzará la "victoria del Señor", tal y como la divina Presencia, a través de sus poderosos Ángeles, triunfa sobre toda condición menos-que-divina de nuestro mundo. El YO SOY la Abundancia carga para "presentar batalla" a las carencias y a las limitaciones; el YO SOY la Totalidad avanza por todo nuestro cuerpo para eliminar las imperfecciones. El YO SOY el Éxito nos precede para disipar todos los obstáculos. Todo esto ocurre porque ahora "ves la victoria". ¿Puedes captar, con tu divina facultad de imaginar, la imagen completa de la plenitud? Si no puedes hacerlo, eleva tu visión. Está hecho. Todo ha terminado. ¡Velo! La ley del Triunfo y de la Victoria trabaja, por medio de las correctas actitudes de la conciencia, de la entrega de nuestra naturaleza inferior, y de una visión de satisfacción y de plenitud. Es una ley que nunca falla.

El Ángel del Triunfo y de la Victoria es el ejemplo perfecto del principio de la Victoria que radica en la mente de Dios. La Victoria, como una ley universal, constituye la realidad sin oposición, lo cual significa que la derrota, el fracaso y la pérdida son simples ilusiones que no tienen sustancia ni poder que las apoye. Este patrón original del triunfo y de la supremacía fue entregado a todas las almas como un Poder Causal, un aspecto de Dios, para que nos conduzca a través de las dificultades de la vida.

Recuerda que Dios ha dado "orden sobre ti a sus Ángeles de guardarte en todos tus caminos" (Salmos 91:11). Como ocurre con los otros Ángeles, si su energía no se ve bloqueada por las proyecciones del ego, este agente de la Ley Cósmica trabaja naturalmente para cumplir con sus propósitos. Cuando colaboramos conscientemente con él, emergeremos a salvo por encima de las aguas turbulentas.

Ahora, piensa en los momentos en tu vida en que sentiste que una sensación de tenacidad surgía y se afirmaba dentro tuyo, cuando perseveraste, aún cuando todas las posibilidades estaban en tu contra, y emergiste victoriosa, como conquistadora de las condiciones limitadas y de las situaciones restrictivas. Tanto si lo sabías como si no te dabas cuenta de ello, la poderosa energía de este Ángel estaba, obviamente, trabajando en y a través de tu conciencia para fortalecer tu deter-minación y para derramar la luz en tu camino, y ahora puedes ver que esto, de acuerdo con el proceso natural, es una parte de nuestra naturaleza esencial.

Recuerda que el Ángel del Triunfo y de la Victoria es la Energía del Logro, el Poder de Ser, la Luz que brilla a través de todos los obstáculos, y la fuerza del guerrero victorioso. Déjalo entrar en batalla por vos. Tu rol, en este esquema de cosas es el de saber que ya has ganado, el de confiar en el divino proceso, y el de verte a ti mismo cruzando la línea de llegada con los brazos en alto. Tu Ángel te ayudará a hacerlo, con gracia y con facilidad, de modo que tómate un momento para meditar y luego ingresa en su campo de fuerza y ponte en contacto con Él. Está esperando para comenzar a trabajar en tu nombre.

Finalidad: Es la energía "del logro" y el arquetipo del conquistador; nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos con gran determinación; estimula la tenacidad y la capacidad de resolución.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: falta de compasión y de ternura, personalidad indiferente; poca preocupación por los demás; la energía del matón.

Su energía resulta bloqueada debido a: el miedo al fracaso; la sensación de que es inútil alcanzar nuestros objetivos; la sensación de que es "poco lo que se puede lograr en esta vida".

LA NATURALEZA DEL MAL
Dejando de lado la parte espiritual, Satán, como personificación y encarnación del mal puro, carece de existencia por sí en la filosofía oculta. EL MAL NO ES SINO LA AUSENCIA DEL BIEN. Sólo existe para quien se convierte en su víctima. El Demonio es la propia sombra que el hombre ve al volver su espalda a la luz. La Naturaleza no es buena ni mala, y la manifestación sólo sigue una ley inmutable e impersonal.

La existencia y la experiencia humana de la dualidad del espíritu y la materia, de la luz y la oscuridad, del movimiento y la inercia, de la expansión y la contracción, hace que el hombre piense en esto como bien y mal respectivamente. Si la resistencia proporciona un punto de apoyo, ento-nes se la considera buena. Si lo frustra - como ocurre con la demasiado familiar "malicia objetiva" - o daña al hombre, entonces es mala a los ojos de éste.

La analogía del reflector ilustra esto en parte. La oscuridad está fuera del rayo luminoso y como si, por así decirlo, presiona sobre Él desde todos lado. La luz y la oscuridad se perciben como un par de opuestos. Los efectos generadores de luz del rayo lumínico cesan en el límite de su al-cance. Allí empieza la oscuridad. Después reina la oscuridad. En el instante en que se corta la co-rriente, la oscuridad reina por doquier. Si la luz es buena, entonces el hombre puede clasificar al reflector como bueno y a la oscuridad como mala.

¿Pero qué es, de hecho, esa oscuridad que el hombre llama mala? Se trata de materia no sujeta a la luz. La oscuridad es materia sin iluminar. El hombre a esto lo llama mal, y para él el Demonio personifica ese estado.

Aparte de los valores y experiencias humanos, el mal como creación real no existe. El origen del mal está en la mente humana. Todas las cosas parecen buenas o malas según su experiencia y uso respecto de los hombres. Shakespeare repitió esta doctrina con sus palabras: "Nada es bueno ni malo; es el pensamiento el que así lo hace".

Puesto que el mal es una cualidad negativa, al ser mera falta de bien en el hombre, y Satán es una corporación de ese mal, no puede considerársele como principio positivo existente. Más bien representa la ausencia del bien, los espacios vacíos en la red omnipresente del Universo, los insterticios, tal vez, de la urdimbre sobre la que el Gran Hilador teje perpetuamente, o manifiesta externamente las Ideas Divinas. Existe un concepto de Satán como Ángel caído, como espíritu otrora puro que tienta continuamente al hombre para que peque.

La existencia del Demonio y del mal está asociada íntimamente con el atributo del libre albedrío del hombre. Dentro de la estructura de la ley cósmica, y aparte del irresistible impulso evolutivo, el hombre posee la libertad para pensar, planificar, hablar y actuar y actuar de acuerdo con la finalidad de la Naturaleza o contra ella. Cuando consciente o inconscientemente el hombre opera contra ella, se convierte en antagonista de la finalidad cósmica. En consecuencia, genera para sí experiencias y condiciones adversas o "malas". Si continúa, tiende a desligarse de las corrientes de la Fuerza Vital universal, aislándose más bien en un ser de la muerte que da la vida.

Algunos hombres prosiguieron ejercitando así su libertad de acción. Se los llama magos negros, poderes oscuros, seguidores del sendero de la izquierda, señores del rostro oscuro, temi-bles hermanos de las tinieblas. Su destino no consiste en aniquilarse sino en hundirse en el estado conocido como Avichi,"lo ininterrumpido", el polo opuesto al Nirvana al que llegan los Adeptos del Sendero de la derecha. En última instancia, en un posterior ciclo de la manifestación, quienes se convierten en corporizaciones altamente desarrolladas de la autoseparatividad se reembarca en el viaje involutivo y evolutivo. El mismo Satán, si se lo considera como ser existente, parecería haber ejercitado esta libertad, pues en alguna ocasión debió haber escogido un sendero de motivación y acción individualistas y autoseperativas.

En otro aspecto, el monstruo fabuloso del Satán de la teología popular puede ser conside-rado como excusa, un chivo emisario, alguien a quien imputar los errores en los que cae la humanidad al atravesar las fases puramente emocionales y mentales (en especial) de su evolución.

REZARLa oración nos proporciona la oportunidad de comunicarnos con un poder superior, sea representado por la figura de Dios, los Ángeles, Buda, un santo, un Bodhisattva o simplemente por el Universo. Se puede rezar sólo o acompañado. La plegaria puede ser cantada o escrita. En el momento de la bendición y de dar las gracias vivirás la oración como una experiencia inolvidable. A veces rezamos sin darnos cuenta siquiera, por ejemplo, si nos caemos y pedimos auxilio.

Se habla de tres tipos de plegaria. La primera es la de la confesión a través de la cual nos reconciliamos con nuestro enemigo interior. El segundo tipo sirve para relacionarnos con los demás; esto ocurre cuando solicitamos gracias para otras personas y para acontecimientos que deseamos que tengan lugar. En la tercera forma de plegaria se encuentra en el "sí" a la vida y nues-tra entrega a Dios; así es como expresamos al Universo nuestra gratitud y confianza.

La oración es algo personal, todos nosotros tenemos nuestras propias formas de rezar, pe-ro básicamente se trata de expresarse oralmente ante Dios. Nuestras oraciones dirigidas a Dios pueden ser concretas, es decir: manifestando exactamente lo que deseamos, o podemos pedir que Dios nos bendiga desde su abundancia y nos dé confianza en que todo salga bien. La oración nos puede equilibrar y conducir por el buen camino.

Nos comunicamos con los Ángeles por medio de la oración y, a través de la meditación, recibimos sus respuestas. Rezar es solicitar la intercesión divina para nosotros y para los demás.

Cuando reces a los Ángeles, hazlo como si "ya estuviera todo hecho", en otras palabras, agradéceles por adelantado el que se hayan ocupado de tus problemas. Ruégales que actúen de la misma forma en la tierra que en el cielo, para el bien supremo de toda la humanidad.

Cuando eleves tus plegarias a los Ángeles, recuerda que éstos están al servicio de un Ser Supremo (Dios o la denominación que utilices al referirte a la fuerza espiritual más importante de tu vida). En consecuencia, da las gracias a Dios y a los Ángeles en tus plegarias y solicita la paz bendita.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 26
VOCALIZACIÓN.
Puedes utilizar este ejercicio a fin de estimular garganta y oídos, para alinearte con tu Ángel. Esto te preparará para conversar con Él. También puedes emplear una canción, un himno o un cántico, siempre que lo entones con el corazón. La idea es abrirte vocalmente, aflojar tus cuerdas vocales y liberarte.

Practicar en voz alta el sonido de las vocales es una manera simple y efectiva de hacerlo; para eso no necesitas nada más que un asiento cómodo y leer unas cuantas veces el ejercicio.

1) Comienza con el sonido de la vocal "A". emite el sonido primero con los ojos abiertos; luego, con los ojos cerrados. Observa si hay alguna tensión en tu cara, tu mandíbula o tu garganta. Si es así, mueve la mandíbula varias veces, de lado a lado. Luego repite otra vez el sonido "A", en voz más alta, con los ojos abiertos y con los ojos cerrados.

2) Emite el sonido "E", primero con los ojos abiertos, luego cerrados. Observa nuevamente si existen tensiones o si el tener los ojos abiertos o cerrados marca alguna di-ferencia. Repite nuevamente el sonido "E" de ambas maneras, en voz más alta.

3) Repite los pasos ya descriptos con el sonido de la "I"

4) Luego emite el sonido de la "O".

5) Ahora trabaja con el sonido de la "U". Puedes pronunciarla primero a la española, uh, y luego a la inglesa, iu.

6) Cuando hayas terminado con las vocales, emite los sonidos siguientes, haciéndolo con lentitud: AH, OH, UM. Repite estos tres sonidos hasta que empiecen a fundirse unos con otros y te encuentres emitiendo el sonido OHM. Puedes hacerlo con los ojos abiertos o cerrados. Siente cómo vibra el sonido en tu garganta. Observa en qué otro lugar del cuerpo sientes estos sonidos. ¿Hay resonancia en el Tercer Ojo, en la zona del Timo o en la del Corazón?.

7) Ahora emite las notas que quieras. Déjalas brotar de tu garganta, subiendo y bajando a voluntad.

8) Continúa entonando esas notas hasta que todo tu cuerpo esté zumbando. Si lo has hecho con los ojos abiertos, ciérralos al terminar. Si lo hiciste con los ojos cerrados, ábrelos al terminar. Permanece quieta algunos minutos, sólo percibiendo tu cuerpo

¿Cómo sientes el cuerpo después de este ejercicio? Los ruidos de la habitación, ¿te parecen ahora diferentes? Puedes hacer también este ejercicio entonando tu propio nombre. Prueba diferentes maneras de cantarlo: alto y bajo, rápido o lento, fuerte y suave. ¡Canta hasta que te retumben los oídos!

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