sábado, 2 de julio de 2016

¿Facebook puede deprimirte?


Hace varias décadas una nueva forma de comunicación irrumpió en el mundo para ampliar extraordinariamente la forma de consumir noticias y entretenimiento: la televisión. En aquel momento la televisión representó un enorme paso para la humanidad, aunque hubo personas que tenían una opinión diferente. El poeta y dramaturgo Thomas S. Eliot, por ejemplo, afirmó: “se trata de un medio de entretenimiento que les permite a millones de personas escuchar la misma broma al mismo tiempo, y aún así siguen estando solas”.

Ahora podríamos aplicar esa misma lógica a las redes sociales, sobre todo a Facebook, que en tan solo una década ha llegado a 1,3 billones de personas, la mitad de las cuales pasa una media de 18 minutos en cada visita. Facebook conecta a personas de todo el mundo. Sin embargo, la influencia de esta red social no es tan positiva como cabría suponer.

Cada vez más investigaciones sugieren que la posibilidad de estar "conectados" con otras personas no significa necesariamente que seamos más felices; de hecho, podría afectar negativamente nuestro estado de ánimo ya que en realidad muchas personas se encuentran conectadas pero solas.

En este sentido, psicólogos de la Universidad de Michigan y la Universidad de Lovaina decidieron profundizar en la relación entre el uso de Facebook y la satisfacción con la vida. Estos investigadores les pidieron a un grupo de personas que indicaran cinco veces al día durante dos semanas cuál era su estado emocional. Descubrieron que el uso de Facebook estaba relacionado con una baja sensación de bienestar. Y también descubrieron que las personas reportaban sentirse peor después de visitar la red social, no antes.

Síndrome del mundo amistoso: Todos parecen ser más felices y exitosos que nosotros


¿Por qué usar Facebook puede afectar nuestro estado de ánimo haciendo que nos sintamos peor? Estos psicólogos indican que una de nuestras necesidades básicas es el contacto social. Las relaciones interpersonales son una increíble fuente de bienestar. Sin embargo, esta red no nos brinda el tipo de contacto social que necesitamos para sentirnos bien.

Una posible explicación podrían ser simples celos. Después de todo, Facebook nos permite ver los logros que han alcanzado personas con las cuales perdimos el contacto. Además, de cierta forma esta red social se ha convertido en un reservorio de alardes, un lugar donde las personas recopilan sus éxitos en el plano laboral y personal, subiendo fotos de su familia maravillosa, su precioso coche o sus extraordinarias vacaciones.

De hecho, este fenómeno ya tiene nombre: “síndrome del mundo amistoso”, que se refiere a la tendencia a pensar que todos tienen una vida mejor que la nuestra. Este fenómeno se deriva de un efecto identificado por los sociólogos en la década de 1970 llamado “síndrome del mundo significativo” según el cual, las personas que veían mucha televisión violenta pensaban que el mundo era mucho más violento de lo que realmente era. Algo similar nos ocurriría con Facebook, mirando las fotos y las actualizaciones, pensamos que los demás son más felices que nosotros, lo cual, disminuye nuestra satisfacción con la vida e incluso puede deprimirnos.

Concurso de popularidad: La paradoja de la amistad


Otro problema que podría estar en la base de esa insatisfacción y tristeza que genera Facebook es la sensación de que todos son más populares que nosotros. A esto se le conoce como la “paradoja de la amistad” ya que, como regla, nuestros amigos suelen tener más amigos que los que tenemos nosotros. 

Este fenómeno se debe a una simple razón matemática: si eres introvertido, tienes grandes probabilidades de que entre tus amigos haya muchas personas extrovertidas, las cuales tendrán a su vez muchos amigos. Se trata de un sesgo que se hace aún más patente en las redes sociales ya que con un rápido vistazo al perfil podemos saber cuán populares son nuestros amigos.

Esta constatación podría entristecer a muchas personas, haciéndoles pensar que no son merecedoras de la atención o el cariño que reciben sus amigos, lo cual puede sumirlas en la tristeza.

¿Qué pasaría si dejaras de usar Facebook?


Esta pregunta se la hicieron psicólogos del Happiness Research Institute de Copenhague, quienes reclutaron a más de 1.000 usuarios de esta red social. La mitad de ellos siguió usando la red a diario, la otra mitad la eliminó por completo. 

Curiosamente, al cabo de tan solo una semana, el 88% de las personas que dejaron de usar la red social reportaron sentirse más felices, menos enfadados, más entusiastas, menos deprimidos y más satisfechos con sus vidas. De la misma forma, se apreció que su nivel de estrés disminuyó en un 55%.

Estos psicólogos también comprobaron que tenemos la tendencia a centrarnos en lo que tienen las otras personas. Su investigación desveló que 5 de cada 10 envidian las maravillosas experiencias que los demás publican en esta red social, 1 de cada 3 envidia cuán felices lucen los demás y 4 de cada 10 envidian el aparente éxito de los otros. 

Obviamente, no es Facebook quien disminuye nuestra satisfacción con la vida y nos hace sentir mal, sino nuestra tendencia a compararnos y los sesgos cognitivos que aparecen en medio del proceso. No obstante, no es menos cierto que la forma en que está estructurada esta red social facilita mucho este tipo de comparaciones.

Por consiguiente, la mejor solución radica en centrarnos en nuestras vidas reales, más allá de los perfiles digitales, y evitar las comparaciones que no nos reportan nada. Comencemos a centrarnos en lo que de verdad necesitamos, en vez de focalizarnos en lo que los demás tienen.

Fuentes:
Lundby, M. et. Al. (2015) The Facebook experiment. Does social media affects the quality of our lives? The Happiness Research Institute.
Kross, E. et. Al. (2013) Facebook Use Predicts Declines in Subjective Well-Being in Young Adults. PLoS ONE; 8(8).
Rincón de la Psicología 

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