martes, 25 de agosto de 2015

Empleo hábil e inteligente de la energía del pensamiento.


El empleo hábil e inteligente de la energía del pensamiento no constituye, para la mayoría de las personas, un proceso automático. Requiere esfuerzo y disciplina, más la comprensión de los principios sobre los cuales puede basarse el empleo creador de la mente. Los fundamentos de esta ciencia de la mente están indicados en los enunciados siguientes:

1. El pensamiento es creador, a medida que construye mediante la formulación, el desarrollo y la clarificación de las ideas. Es comunicativo, a medida que la mente dirige hacia su destino la forma mental.
2. La formulación de pensamientos creadores requiere una conciencia emocional tranquila y estable, una mente capaz de mantenerse enfocada y concentrada en una idea o tema, sin interrupciones ni distracciones, y un estado físico que le permita realizar ambos.
3. Para este trabajo, es necesaria la pureza de móvil. Esto no constituye un consejo para lograr la perfección, sino que el propósito por el cual se realiza el trabajo debe ser el de prestar un servicio impersonal y altruista para beneficio y elevación de toda la familia humana.
4. La mente debe unirse al corazón, con el fin de prestar un servicio espiritual creador. Cristo dijo: “Así como un hombre piensa en su corazón, así es él”, y si el pensador actúa sin un corazón abierto a la afluencia del amor, su pensamiento carecerá del magnetismo necesario para lograr sus objetivos.
5. Hay muchas formas de pensar profundamente sobre un tema, con el propósito de clarificarlo y desarrollarlo, pero debe realizarse el esfuerzo de penetrar detrás de las apariencias externas en busca de los significados, las significaciones y la relación con otras ideas o corrientes de pensamiento, de las causas y no de los efectos. La tentativa de realizarlo conducirá al pensador a reflexionar sobre aquello que no constituye la forma, y esto puede llevarlo a la
contemplación, la fuente de inspiración e iluminación.
6. En alguna etapa, el pensador deberá elevar su conciencia hasta el alma —la conciencia crística en el hombre— y al reflexionar a la luz del alma, se vinculará mentalmente con la Jerarquía espiritual que custodia el Plan. De esta manera, ayudará a erigir el vínculo entre la mente de Dios y las mentes de los hombres y, a través de ese canal, colaborará para que el Plan se acelere en las mentes y los corazones de los hombres.
7. El pensador deberá comprender que, en realidad, es parte de un grupo mundial de pensadores subjetivamente unido a todo trabajo de servicio creador que él podrá emprender mediante la energía del pensamiento. Contribuirá así, a extraer de la reserva grupal de pensamientos. Si en su conciencia se vincula con ese grupo mientras trabaja con la energía del pensamiento, aumentará el valor de su contribución y de la de los demás.
8. Las formas mentales deben construirse con el mismo cuidado y exactitud con que se construye una casa. Así como un arquitecto debe tener en cuenta el diseño, los materiales, la ubicación, instalación eléctrica, iluminación, calefacción, cañerías, y engranar todo para conformar una casa hermosa, práctica, económica y confortable, donde se pueda habitar, también el trabajador mental deberá tener en cuenta los correspondientes factores para su creación mental. Así como existen en el mundo millones de casas mal diseñadas y construidas, también hay millares de formas mentales deficientemente pensadas y relativamente inútiles. En el
proceso de construir formas mentales, la principal técnica mental es la visualización.
Las reglas para el empleo creador de la energía mental son las mismas que las de la meditación. Pero al término “meditación” deberá dársele una más amplia acepción de la que se le dio hasta ahora. El científico que trabaja en el laboratorio a fin de revelar las leyes de la naturaleza, lleva a cabo un tipo de meditación. Desarrollar cuidadosamente planes a fin de ayudar a los necesitados, es meditación. El esclarecimiento de los conceptos filosóficos y la formulación de principios filosóficos es meditación. La aplicación del poder mental a los problemas de gobierno y de relaciones internacionales es meditación. En todos estos sectores se aplica el mismo proceso mental.
Podrán diferir los temas y también los puntos de énfasis, pero el proceso es idéntico. Cuando el móvil de este trabajo sea el bienestar de todos y se lleve a cabo con propósito e intención altruistas, puede considerarse que ese trabajo responde a los impulsos del Plan.
La energía espiritual debe hacer impacto en las mentes humanas, que son el único instrumento disponible —en su efecto combinado — a través del cual la voluntad de Dios puede expresarse. El lugar que el hombre ocupa en el Plan Cósmico será más vital y evidente, cuando se comprenda que una de sus principales responsabilidades es dirigir corrientes de energía provenientes del plano mental, y la creación de lo deseable de acuerdo con el propósito de Dios, respecto a su creación. Los hombres, en su totalidad, están pasando por un desarrollo evolutivo, a fin de que se conviertan en creadores conscientes empleando materia. Esto implica la comprensión del
Plan arquetipo, un proceso consciente de creación voluntaria, de manera que el hombre coopera con el ideal, actúa según la ley y produce aquello que está de acuerdo con el Plan.

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