martes, 28 de julio de 2015

¿En qué Batallas estás Luchando?


Unificarnos en un solo ser que siente, piensa y actúa en coherencia con la energía que emana del alma, nos vuelve universales. Si un árbol se contradijera, sintiera que es un pájaro, pensara que es menos que el resto y actuara como una brizna de hierba, su semilla no hubiera despertado. ¿Verdad que algo así ni se nos pasa por la cabeza?, creo que estamos todos de acuerdo, entonces ¿Qué diferencia hay entre nosotros y el árbol?
Ser universal nos define como una parte de un todo mayor, con nuestra responsabilidad respecto a nuestra contribución. Ser universal, nos enseña que nosotros también somos una totalidad en si misma compuesta por partes. Nuestro cuerpo aúrico, es nuestra defensa y protección y requiere la compenetración y sincronización de nuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual, el más sutil de los mensajes que nos envía el cuerpo físico (un dolor, angustia o mal humor) tiene su origen en alguna parte de nuestro cuerpo energético, el cual envía un eco, informándonos de lo que realmente tenemos que atender.
Esto simplemente nos muestra los tipos de enlaces, que se generan de la actitud o posición que tomamos, delante de las circunstancias que nos pone la vida para aprender y mejorar. De esto se deriva la importancia de funcionar como un todo completo, en donde nuestras partes cooperan entre si para mantenernos a flote, venga lo que venga y a su vez nos habla de la contribución a un todo mayor. Nutrimos nuestro entorno con la energía que desprendemos y aunque este concepto ha sido transmitido desde todas las culturas antiguas, habría que dedicarle un espacio para preguntarnos si realmente entendemos lo que significa.
Cooperar no es solo ayudar y facilitar, también es ayudarnos y facilitarnos a nosotros mismos el camino y para eso hay que ser valientes, osados, arriesgados y fuertes. El guerrero nos propone enfrentarnos a las sombras que residen en nuestro interior, nos brinda la luz de la inteligencia superior para enfocar la pacificación de nuestras partes, nuestras emociones y pensamientos, nuestras estructuras de vida, que aún hoy, siguen en conflicto.
La energía de hoy nos propone detectar nuestras luchas internas, en que guerras batallamos y porqué, en que estrategia estamos situados y si funciona. El guerrero nos pregunta si realmente somos valientes, si la lucha que defendemos es honorable y liberadora, cuestionando nuestra integridad. ¿Estamos actuando como seres universales y unificados en pos de un propósito sanador?
Yo soy valiente, coopero con la luz para pacificar la sombra, yo soy otro tú.
http://espejomagnetico.com/

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