sábado, 13 de junio de 2015

David Topí : El patrón conductual y el tablero rúnico de la mente.


Hemos hecho alusión en varias ocasiones a las runas del patrón conductual, y pensaba que, en general, era algo conocido por haber varios artículos en la red que hablan de ello desde diferentes ángulos. Como, por las preguntas que recibo, veo que no es así, os hago un resumen de este artículo extraído del blog “Ciencia Cósmica” y de este otro, de Detrás de lo Aparente, donde está bastante bien explicado combinando ambos. Como complemento, la antropóloga mexicana María del Rosario Mendoza hizo en 2005 una tesis doctoral sobre los esenios, quienes parece que tenían cierto conocimiento sobre la estructura de nuestras esferas mentales, y donde trabajó y tocó un poco también este tema, y que se puede descargar aquí.
Extraído de ambos artículos y de los documentos anteriores, esta es la explicación resumida de como funciona el patrón conductual:

El funcionamiento automático del cuerpo orgánico


Los seres humanos tenemos un sistema automático de funcionamiento regido por el centro motor e instintivo, por el cual no hace falta que nosotros seamos conscientes para que su funcionamiento sea correcto. Estos sistemas automatizados se manejan por “patrones básicos” o programas preestablecidos que vienen cargados de fábrica en nuestro ADN. Nuestro sistema tiene funciones básicas que son autónomas a nuestra voluntad, y que  efectúan su trabajo sin nuestra intervención, como son las funciones metabólicas de nuestro cuerpo y de conducta de nuestra mente. Estas funciones están regidas por patrones metabólicos y conductuales específicos que trabajan con programas básicos, pero complejos.
El patrón conductual es una placa energética que está ubicada en la superficie de las esferas mentales, en la parte superior del cuerpo calloso, y consiste en una laminilla de seroglobulina beta. Dicha laminilla se subdivide en ocho filas y ocho columnas, formando un total de 64 casillas que cumplen una labor específica, y está formada por tres capas o niveles: el nivel externo o de registro, el nivel medio o de interpretación y el nivel inferior o de conexión.


¿Cual es la función de este tablero rúnico insertado en nuestra mente? Estamos de acuerdo en que todo lo que acontece en nuestro medio ambiente nos afecta según como lo valoremos cada uno, ya que una situación que para una persona es completamente normal, para otra no lo es; para el nudista es normal estar desnudo en una playa, pero para una persona puritana, sería el colmo de la inmoralidad y ninguna entenderá a la otra, pues cada uno piensa tener la razón. 
El patrón conductual es la lente a través de la cual interpretamos las diferentes situaciones.

Grabando las runas

Del mundo que nos rodea recibimos toda clase de estímulos desde nuestro nacimiento, por medio de nuestros sentimientos y emociones; igualmente, del medio ambiente, ya sea éste familiar, escolar, religioso o social. Estos estímulos se convierten en impulsos electrónicos que se graban en la laminilla de seroglobulina; donde quedan registradas todas nuestras impresiones y experiencias en el mundo material. Estas grabaciones se registran en forma de símbolos, que se denominan Runas. Encontramos allí las runas que corresponden al nivel del hombre “común”, cualquiera de nosotros, ocupando las 48 primeras casillas. De igual manera aparecen allí 16 casillas que corresponden a las runas del nivel llamado “SUPERHOMBRE”, un siguiente nivel evolutivo.
Entonces, de los tres niveles que tiene cada runa, el nivel externo es aquel que registra la información en bruto, las señales recibidas de los estímulos externos de los sentidos. El nivel medio o de interpretación es aquel que se ocupa de asociar y decodificar la información recibida por el primer nivel, y el nivel inferior o de conexión es el encargado de conectar los canales aferentes (anatomía biológica o energética que transmite un impulso desde una parte del organismo a otra del mismo organismo) o eferentes (anatomía biológica o energética que trasmite impulsos hacia afuera desde una parte del organismo a otras que se consideran periféricas con respecto de ella) con la memoria celular, registro hormonal, central de archivos volitivos (arquetipos que manejan la voluntad) y memorias védicas de la persona.

Cambios periódicos en las runas

Las runas van grabando y descargando información cada 7 años. Estas grabaciones se hacen de 7 en 7 casillas, rellenando la plantilla hasta la sexta línea, y dejando la octava columna de cada línea libre para resúmenes de la información grabada. Cada 7 años se descarga hacia la librería de horizonte, “registro akashico” o memoria védica de la persona ese resumen, liberando nuevamente las casillas para recibir nueva información. Es decir: la primera fila de ocho runas se graba en los primeros siete años; la segunda grabación se hace entre los ocho y catorce años correspondiendo a la segunda fila; la tercera grabación entre los quince y veintiún años; la cuarta entre veintidós y los veintisiete años, y así sucesivamente hasta completar los cuarenta y ocho del nivel de una persona normal.
En la parte inferior del entramado vemos dos líneas de casillas que están en blanco, que no tienen ninguna grabación, y son utilizadas para hacer grabaciones de la expansión de la consciencia, aunque algunos quizás ya tengan alguna grabación en esos sectores reservados. Aquí van entrando los nuevos parámetros de todo aquello que adquirimos cuando evolucionamos.
Esta placa energética o patrón de conducta puede venir “limpia” al nacer o con grabaciones de existencias anteriores o posteriores que utilizamos de forma instintiva. Este patrón conductual se fue formando desde los inicios de la creación del Ser y cuando nos desconectamos de nuestro cuerpo físico, el alma se lleva el patrón de conducta consigo intacto, tal cual fue grabado. Igualmente en la gestación del cuerpo físico, estos patrones de conducta comienzan a grabar a través de los patrones de conducta de la madre, experiencias subjetivas positivas o negativas que formarán la base conductual al momento de nacer. Estas grabaciones pre-parto son las que marcarán la posterior base conductual del individuo, su genética psíquica natural o personalidad raíz de la consciencia artificial.

El proceso de grabación

La forma de grabar las runas se basa en un proceso de imágenes o símbolos simples asociados a los paradigmas y arquetipos implantados o construidos por nosotros. Cada símbolo representa una asociación de ideas y conceptos que generan un estímulo emocional específico, que combinados dan forma a la idea o reflejo mental de un suceso experimentado en algún momento de nuestra existencia. Por ejemplo, si en nuestra niñez tuvimos una experiencia traumática relacionada con un animal, el suceso grabará en la runa la imagen que asociamos con ese animal, que no siempre tiene que ver con el animal en sí, sino con lo que este representa, por ejemplo, la violencia o agresividad suscitada, siendo diferentes estas imágenes para cada individuo. Estas imágenes no son específicamente detalladas al contenido o acontecimiento del suceso, sino que representan la forma energética del suceso, así que la violencia o agresividad ocasionada por el animal que perturbó emocionalmente al sujeto en su niñez, puede ser simplemente un símbolo geométrico combinado, que reacciona a una palabra o un número.

Todo deja una impronta o huella en nuestros patrones de conducta

Así, la runa es la condensación de cargas eléctricas y electromagnéticas que se imprimen por causa de una descarga de energía positiva o negativa, de acuerdo al impulso registrado a través de los cinco sentidos. Una vez impreso el estímulo, estos sellos actúan como filtros para interpretar estímulos neuroeléctricos externos.
Las runas, como decíamos, se establecen a través de los sentidos; el primer sentido que comienza a grabar es el oído y es el último que deja de grabar o funcionar al morir. Posteriormente comienza a entrar en acción el sentido de la vista; cuando el niño comienza a procesar información interesándose por todos los objetos materiales y las personas que lo rodean. Después comenzará a grabar por el tacto y prestará atención a todo lo que pueda sentir y palpar.
Posteriormente comenzará a grabar a través del olfato, y a distinguir los diferentes sabores y olores; por último le dará gran importancia al sentido del gusto.



1. Capa de seroglobulina  | 2. Runa |  3. área de interpretación | 4. Conexión a los canales
En la superficie de nuestro patrón , encontramos la capa de seroglobulina Beta. La segunda, sería la Runa en sí, la cual está grabada en bajo relieve. El tercer estrato o capa corresponde al área de interpretación de estímulos y por último encontraremos la conexión con los canales aferentes y eferentes.


Diseccionando el patrón conductual

Para cada una de las casillas o runas, el patrón base está rodeado de varias capas concéntricas, que si las viésemos, partiendo de la externa a la central, en la más externa están las memorias védicas y atávicas, donde se encuentran los patrones de conducta instintiva que hemos elaborado hasta nuestro actual nivel evolutivo. La segunda capa contiene el control de actos volitivos, aquellos en que interviene nuestra voluntad, o deseo consciente de actuar, es decir, nuestro libre albedrío. La tercera es la capa de memorias donde están las experiencias grabadas a través de autoimágenes de actos positivos o negativos, como por ejemplo: el caso de un niño al que se le obligó a tomar sopa, creando un rechazo hacia la sopa que perdurará toda su vida. En la cuarta capa está el área de regulación hormonal, la cual actúa con nuestros siete chakras en conexión con nuestro patrón emocional, y también relacionado con las glándulas endocrinas. La quinta capa está formada por los sellos eléctricos, los cuales una vez grabados, actuarán como filtros para interpretar los estímulos neuro-eléctricos externos.

En resumen

Todos nuestros comportamientos automáticos y formas de percibir el mundo dependen en un alto grado de los patrones grabados en las runas. Cuando por ejemplo, en un aeropuerto nos implantan un control de seguridad, y de forma inconsciente nos sometemos al mismo, estamos grabando un programa de sumisión a la autoridad. Decenas de actividades que vemos por ahí, y decenas de “modas” que van saliendo tienen por objetivo grabar en la gente ciertas runas con ciertos patrones, de forma que, sin darnos cuenta, nos comportamos de una determinada forma porque automáticamente así lo dicta la “tabla” de comportamientos que poseemos en nuestras esferas mentales. Os recomiendo leer los artículos citados al inicio, así como cualquier otra información más que podréis encontrar si rebuscáis un poco por la red para aprender y comprender mejor este patrón conductual, que, afortunadamente, y como os expliqué en el artículo anterior, podemos regrabar con nuestra esencia o mónada, no teniendo porque llevar a cuestas programas que no nos interesa o sirven para nada. 

David Topi.

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