domingo, 31 de mayo de 2015

Descorriendo el velo. Discernimiento.


Sabiduría Divina: parte 15

RECUERDA: Ésta lectura hace parte de un compendio de enseñanzas denominadas“Sabiduría Divina”. Te invito a visitar las anteriores o siguientes publicaciones para que no pierdas el hilo. Haz clic aquí.
Prólogo: Yo vengo hasta tu Morada, hermano, para decirte mi Verdad Eterna: ¿Sabes tú acaso quién es el Maestro que Guía tu vida y la de todos?
El Maestro que está presente en ti mismo, es el que tú has designado como Dios, es la Fuerza Clave de tu mente Creadora, es tu Ser Interno, tu Ego Sol…
El Hijo del Hombre está de pie en el umbral de corazón mental, El te habla cuando duermes, es la Divina Voluntad que medita cuando tú piensas hacer el bien a tus hermanos menores.
Es El ser puro que te ayuda cuando afirmas tu Obra de Amor Universal y Eterna.
De mil maneras he tratado de explicarte la estructura de tu Ser extraordinario y mil veces has fallado en comprenderme y en conocerte.
Más, nunca pierdo la esperanza de que algún día en ti se hará la luz y todo se presentará al alcance de tu inteligencia, con claridad del agua del manantial Divino.
Los instructores del mundo han desfilado uno a uno, sin lograr ser comprendidos por las masas inconscientes.
Se le dice que si existe la Verdad, esa única Verdad es el Hombre Interno que se la brinda como Maestro y nada comprende y lo transforma en un misterio más, en la cadena de complicaciones que él mismo se va tejiendo a derredor de su persona admirable.
El Hombre no entiende ni sabe reconocerse, en lo Universal como una Entidad Eterna e inmortal.
Mucho se te ha dicho sobre el espíritu y muchos erróneamente, te han engañado a su vez por otros engañados antes. Es la forma precisa como se ha venido desenvolviendo la cadena de las incomprensiones.
Sabed esto, que la corriente espiritual se sucede en octavas ascendentes y cada Entidad Hominal recibe la descarga; tal como haría un Radiorreceptor de acuerdo con el potencial de antena que, en lo humano, se traduce en el nivel de alcance Intelectual.
El Hijo del Hombre
DESCORRIENDO EL VELO
-DISCERNIMIENTO
Voy a decirte una verdad que habrá de sorprenderte: Si destierras de ti todos los errores, como lo aconsejan los puritanos, inconscientes de las cosas eternas, verías con amargura que, junto con los errores se marchan tus virtudes, asimismo te ha de acontecer, si arrojas las mentiras, sin reparo, se marcharán con ellas la esencia de la verdad que con tanto anhelo buscas.
Es, precisamente, la vida, la maestra admirable, la que te ofrece ejemplos trascendentales, para poder descubrir el grave peligro que se oculta en lo llamado inmensamente puro.
Es la verdad, la que te dice que, lo –Puro– sin el contacto con lo –impuro– carece de todo valor ante la eternidad.
Debido a la mistificación de la sal, por ejemplo, que sirve para condimentar tus alimentos, es que no te resulta aquella un veneno adictivo para tu cuerpo.
Esa misma sal, presente en el árbol, hace posible la dulzura de la fruta, y que, a la vez te salve de morir intoxicado.
La pureza del sol, sin las impurezas atmosféricas, no produciría ese espectáculo de las auroras boreales, que contemplas con arrobamiento.
La pureza, para ser justificada, como tal, debe obtenerse, a través de los complejos impuros. En consecuencia, el hombre, debe ascender, precisamente, a través de los placeres y calvarios, de las alegrías y dolores, de los vicios y las virtudes, los abismos y las cumbres hasta escalar los estrados de la luzque conducen a la santidad.
Todo lo perfecto, ha de pasar primero, por la figura del “error”, para saber que tú te has hecho digno de ser como El Es. Recuerda que de la negrura del carbón, surge como un sol el diamante refulgente.
El discernimiento es la llave que te abre las puertas del templo donde se guardan las bellezas de la vida y los principios indispensables, para obtener la rectitud de la senda.
Quien conoce los joyales del discernimiento jamás se tiene que enfrentar con ese fantasma infecundo que se llama fracaso.
En principio, el discernimiento, viene a representar la –Clave– del recto juicio, para saber apreciar el –PRO– y el –CONTRA– de todas las cosas que te inquietan.
El discernimiento descorre los velos que ocultan la verdad, nulificando, por completo, las penumbras de la ignorancia.
El discernimiento te hace comprender, que por medio del culto de la FRATERNIDAD, no hay motivos que justifiquen el antagonismo de los unos para con los otros, que nadie juzgue y ya no habrá más condenados sobre la tierra generosa, que todos sean RECTOS y no habrá más esclavos que padezcan la opresión del otro.
En verdad yo te digo: Sé PERFECTO como lo es el Padre y habrás ganado cuanto anhelas en tu corazón.
¿Qué te propones cuando apartándote del núcleo formas una secta? ¿es acaso que ignoras que todo separatismo forma una cátedra fanatizada que bien puede llegar hasta practicar el crimen?
Siendo la verdad un patrimonio de todos, ¿no cometes una injusticia cuando proclamas tu verdad como la única y haces que se multiplique la falsía entre tus hermanos?
¿Quieres ser un liberado? Entonces: ¿Cómo es que te haces un experto en fabricar jaulas que coarten tu ser espiritual?
¿Sabes por qué tanta inquietud en el hombre a pesar de su dominio y su grandeza? Por la fragua de su DESEO que jamás cesa su ebullición, ese incendio interior se desborda en sus pensamientos audaces, en su palabra fustigante y aleccionadora, en el ímpetu de sus vibraciones de renovación, su MENTE, le hace muy semejante a un volcán pronto a estallar…
Mientras haya un solo rincón desconocido, misterioso, el hombre se levantará con el amanecer y se pondrá en marcha, como un eterno peregrino dispuesto a quitarle su secreto a todos los caminos…
Lo imposible, es una real amenaza para el hombre soberano. Es un absurdo hablarle de actos o de cosas que él no pueda realizar, esto es así, porque como entidad universal, es la luz que, como un fanal en la noche, está dispuesto a ser el salvador de todos los náufragos.
En verdad de verdad yo te digo: si los hombres, conocieran al HOMBRE, no permitirían que se cruzara por esas calles, el mendicante, afrenta inaceptable de su dignidad soberana y divina.
¡Un hombre implorando un pan! ¿Sabéis lo que significa ese absurdo? Es el hijo del hombre prometido, es el rey de reyes, el señor de los señores; es el Ser supremo hambriento y sediento…
¡Hombres de todos los tiempos, salvad a los hombres de la vergüenza de pedir y estarás dignificándote a ti mismo en El, hecho perfección!
Mucho se ha discutido sobre la imagen reflejo del Padre en el hombre, en ello, no hay misterio, cuando el discernimiento y la lógica te dan la clave para comprender que, no es el cuerpo del hombre el que sirve de modelo como imagen de Dios, sino lo esencial de su espíritu puro que lo identifica con lo espiritual de la humanidad en lo universal.
Una vez conocida esta verdad, ya puedes elevarte por sobre todas las esclavitudes, emprender el vuelo de tus místicas aspiraciones de perfección hacia los otros, levantar tu escuela interna y darle acogida en tu corazón al Hijo del Hombre, ese que se oculta en todos los hombres.
Desde ahora nada de preocupaciones sin fundamento, nada que turbe tu bienestar, ni tu sueño, tienes que vivir sencillamente, buscando a quien hacerle el bien, pues ello es una clave que quiero posean quienes me comprendan.
 Si en verdad has percibido la grandeza del amor que contienen estas enseñanzas, serás testigo del gran poder electrónico-espiritual que trae la siguiente…
YO SOY el que Es
El Hijo del Hombre
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